Titulo Original:
El Infierno
Titulo Español:
El Infierno
Pais:
México
Fecha de estreno en país de origen:
3 de septiembre de 2010
Fecha de estreno en México:
3 de septiembre de 2010
Director:
Luis Estrada
- La Ley de Herodes (1999)
Reparto:
- Damián Alcázar
- Joaquín Cosio
Calificación: 7 |
Viviendo en México- país que colinda con la nación más poderosa del mundo -,
es de lo más normal que tengamos familiares, amigos y conocidos que emigran a Estados
Unidos a tratar del vivir el sueño americano.
De hecho la cantidad es tan grande, que si los mexicanos radicando en nuestro
vecino del norte formaran su propio país, serían el quinto más poblado en América Latina, tan solo superado por Brasil, México, Colombia y Argentina. Así es, cerca
de 30 millones de mexicanos – tan solo en cifras oficiales -
viven dentro de Estados Unidos, una población casi tan grande como la de toda Centro América.
Siendo un diez por ciento de la población total de Estados Unidos, uno pensaría que son
un grupo poderoso (tanto económicamente como en influencia), sin embargo la triste
realidad es otra. Sin contar algunas - poquísimas - excepciones, el mexicano
en el extranjero
sigue ocupando los peores trabajos y percibiendo los salarios más bajos, lejos queda ese
sueño que – en primer lugar – lo impulsó a cambiar su lugar de residencia. ¿A qué se debe
lo anterior? La salida fácil es culpar al gobierno de
los Estados Unidos, al
racismo y a otros factores similares, pero la verdad,
es que la raíz del problema yace profundamente arraigada dentro de nosotros, en nuestra
cultura
y en nuestra
sociedad. Somos un pueblo mediocre, desunido y envidioso.
Sin duda, muchas personas se sentirán ofendidas con lo anterior, pero antes de que empiecen
a recordarme a la familia, pónganse a pensar por un momento.
La mayoría de mexicanos que emigran a Estados Unidos jamás se toman el tiempo
de - por lo menos - aprender el idioma ni adoptar la cultura, y no hablo de perder sus raíces, simplemente de adaptarse a su nuevo lugar de residencia, como dice ese viejísimo refrán (atribuible a Alcibíades quien vivió en el siglo V antes de Cristo) “A donde
fueres, haz lo que vieres”. Quizás en mi pueblo lavar la ropa a media calle - usando
solo calzones - sea una conducta aceptable, pero hacer lo mismo en medio
de una ciudad no es lo más recomendable si queremos integrarnos y ser aceptados. Igualmente, tampoco se preocupan por aprovechar las ventajas de estar en ese país,
no buscan superarse, aprender un oficio, tomar algunos cursos, o incluso – ¿por qué no? - estudiar una carrera, simplemente se estancan en el primer trabajo que consiguen, y mientras el salario les sea suficiente para mal comer y bien “pistear”, son
felices.
¿Lo más deprimente? Si alguien quiere salirse de ese patrón para intentar superarse, los mismos mexicanos en vez de apoyarlo
tratan de hundirlo; ¿dudamos de lo anterior?
basta con que observemos dos ciudades: en Miami los cubanos son dueños de cadenas de televisión, disqueras y agencias de bienes raices, entre otros negocios; en Los Angeles los mexicanos son quienes limpian baños, cuidan niños y
perros.
¿Y qué pasa si al cabo de varios años son deportados? Regresan a su país en peores
condiciones de la que se fueron.
Lo anterior es precisamente lo que le ocurre al protagonista de El Infierno, película del
director de La Ley de Herodes, Luis Estrada. El “Benny” es un mexicano recién
deportado por la migra después de veinte años de trabajar en Estados Unidos, y al volver
se encuentra un México muy diferente al que dejo atrás: pobreza y violencia extrema,
cero progreso y la nueva “religión” oficial es el narcotráfico. Después de
algunos intentos por ganarse la vida decentemente, el Benny se da cuenta de que su única
salida es entrarle al “negocio”.
La película muestra, en un estilo muy ochentero, una caricatura de la realidad en
nuestro
país: una ola de violencia absurda, inseguridad y un gobierno que se
prostituye con
el narcotráfico.
Como aparador de nuestra realidad, se lleva cinco estrellas. Como película es otra
historia. Las actuaciones son muy buenas, tengo que reconocerlo, será porque convivimos
tanto con políticos y autoridades corruptas que sabemos demasiado bien como
representarlas. Si bien es un poco violenta, está muy acorde a su clasificación “para
adultos”, nada fuera de lo común, de hecho se queda corta en comparación con
producciones similares de Hollywood. Me pareció muy divertida en un sentido
chusco durante la primera mitad, pero siento que decayó el ritmo durante la segunda,
tornándose un poco tediosa al aproximarse a un final realmente ridículo y predecible.
En términos generales es una película divertida y amena,
la recomiendo
abiertamente, más que nada porque es de las poquísimas producciones nacionales que sobresalen de todo ese mar de mediocridad que caracteriza a
nuestro cine. |